lunes, 1 de junio de 2009

Moundou, algo diferente

El pasado fin de semana decidimos coger las motos y, como en los viejos tiempos, hacernos un viajecito a una nueva ciudad, Moundou, la capital económica de Chad, a unos 150 kilómetros al sur. Salir de Laï es siempre una aventura y sobre todo cuando vamos en moto, pero ahora ya podemos empezar y terminar el viaje cruzando el nuevo puente, y ahorrando así más de 30 minutos que es lo que tardábamos con los métodos tradicionales como el bac o las inestables canoas.

Aunque el viaje lo empezamos por separado por motivos de trabajo, quedamos Kelo para hacer juntos el último tramo. La carretera entre Kelo y Mondou es de asfalto, por lo que el camino es mucho más cómodo y rápido. Alrededor de las 18:30 llegamos a Moundou, una gran carretera atravesaba toda la ciudad, y en ella miles de coches, motos y personas que iban de un lado a otro de la calle, un auténtico caos. Se notaba que entrábamos en una ciudad, puestos de comida, luces, música, comercios abiertos, fábricas, grandes edificios de bancos... para nosotros fue algo sorprendente, no estamos acostumbrados a tanta actividad y mucho menos cuando ya es de noche. Como ya sabeis Laï es una ciudad muy tranquila sin apenas movimiento, sin luz ni mucha actividad nocturna, por lo que la llegada a una ciudad como Moundou impresiona. De todos modos, cuando hablamos de ciudad, siempre hay que situarlo en un entorno africano. Edificios nuevos al lado de otros viejos y ruinosos, alguna calle asfaltada y otras muchas no, caos circulatorio, basura, gente que cruza por todos lados…

El centro de acogida se situaba al otro lado del muro de la fábrica de la Cotton Tchad, una de las principales industrias del país. Tras atravesar un pequeño y oscuro camino, llegamos al centro, un recinto con varios edificios destartalados situado a las orillas del río Longone Occidental que atraviesa la ciudad. En el lecho seco del río se asentaban los bororós, una etnia nómada que se dedica al ganado y al pequeño comercio, que te sueles encontrar habitualmente por caminos y carreteras. Son fácilmente identificables por los rasgos faciales y las vestimentas. Las mujeres son bastante guapas, vestidas con telas coloridas, peinados complejos, colgantes, aros y a menudo pintura en los labios o en alguna parte de la cara.

Después de instalarnos en las habitaciones decidimos ir a cenar a un restaurante que Alice y Jean Nicola ya conocián. La entrada no era muy distinta al resto de locales que habíamos visto, pero en el interior nos esperaba un gran jardín con palmeras, lucecitas, sombrillas, mesas con un ramillete de flores en el centro, incluso un camarero con corbata que nos acompañó hasta la mesa. Unos minutos más tarde nos trajo las cartas, que ya fue un acontecimiento. No sabíamos que pedir, había entrantes, pescados, carnes... incluso postres y vinos. ¡Olalá! Pedimos un buen solomillo de vaca y otro al roquefort, no nos lo podíamos creer. Hacía mucho tiempo que no comíamos carne de esa manera. Habitualmente en Laï no podemos acceder a la carne buena, una vez a la semana comemos algo de carne estofada, pero nada de filetes. La espera se hizo eterna, pero sabíamos que iba a merecer la pena. Pasados unos minutos vino una guapísima camarera con una sonrisa de oreja a oreja y con unos enormes platos, que momentazo, nunca lo olvidaremos. Comimos saboreando trozo a trozo, sin apenas mediar palabra. No quedó en el plato ni una pequeña gota de salsa. Aunque estábamos un poco llenos no pudimos resistirnos al postre, un mousse de chocolate y un estupendo helado de fresa y chocolate. Fue una noche muy especial en la que disfrutamos hasta el último momento.

El fin de semana comenzaba superando las expectativas y aun nos quedarían más momentos inolvidables. A la mañana siguiente fuimos al mercado. El tamaño de los mercados suele ser proporcional al tamaño de la ciudad, si Mondou es la capital económica, imaginaos como es su mercado. Un increíble laberinto de apretados callejones lleno de pequeños locales repletos de cosas. El tránsito de personas era considerable, clientes, porteadores, vendedores de té, grupos de niños con el típico platito plateado para pedir limosna…Olores de todo tipo se confundían entre la muchedumbre, especias, perfumes, aceite quemado, cuero, carne… Los vendedores se lanzaban a nuestro paso, te cogían la mano y no te soltaban pasado un rato de conversación. Hicimos algunas compras, especialmente en una tienda de alimentación y así pudimos suministrarnos de todo aquello que no encontramos habitualmente en Laï.

Tras las compras, con el calor acumulado en el cuerpo, fuimos a cumplir otro objetivo que nos habíamos propuesto, bañarnos en una piscina. Entramos en un hotel, cercano al río, que tiene una piscina algo verdosa pero verdaderamente refrescante. Después de nuestra experiencia en río, no habíamos tenido otra oportunidad de sumergirnos plenamente en agua. La estación de lluvias está tardando más de lo habitual y el calor se acumula día a día. Pasamos buena parte de la mañana metidos en el agua, nadando, tumbados en hamacas. Sinceramente lo necesitábamos. Llegaba la hora de comer y volvimos al restaurante del día anterior, había que aprovechar la oportunidad de poder comer buena carne.

Con los estómagos llenos y los cuerpos relajados tomamos de nuevo el camino de regreso, con las habituales estampas de las carreteras africanas. Atrás quedaba un fin de semana de recuperación mental y física. Caía la noche pero no nos preocupaba demasiado porque el nuevo puente nos permite alargar el regreso, sin depender de los horarios del bac. Unos kilómetros después de Kelo sentimos un ruido extraño en la moto, habíamos pinchado. A los pocos minutos se acercó un hombre dispuesto a arreglarnos el pinchazo. La muchedumbre comenzó a agolparse alrededor de los cuatro nassaras sentados en medio del camino. Si duda era un final que nos dejaba un sabor agridulce después del buen fin de semana que habíamos pasado. La reparación se alargaba. Por la tarde las facultades de la gente suelen estar bastante mermadas, consecuencia de la gran cantidad de bili-bili (cerveza artesanal) ingerida. Tuvieron que reparar unas cuatro veces el viejo hinchador y las horas pasaban. Al terminar era ya tarde para seguir el camino, no es bueno viajar demasiado por la noche, especialmente por la poca visibilidad y la de sorpresas que uno se encuentra.

Volvimos a Kelo y pasamos la noche en el centro de acogida. A la mañana siguiente, temprano, retomamos la ruta y volvimos a casa, recordando constamente los baños en la piscina y el sabor de la carne asada.

9 comentarios:

Unknown dijo...

Por lo que he leido en vuestra crónica este viaje ha sido una verdadera escapada y os ha hecho disfrutar de una buena cena y un buen baño en una piscina, el agua un tanto verde pero...la foto esta genial y se os ve muy felices y muy guapos.

Hoy ya 1 de junio ya podemos decir que volveis el mes que viene, que ganas tenemos todos de que esteis por aqui.Si pudiera iria a recibiros al aeropuerto, con banda de música incluida. Habeis demostrado en todo este tiempo que sois geniales y seguro que como yo, todos los que os hemos seguido desde aqui leyendo vuestras crónicas, vamos a echar de menos, cuando volvais, entrar en este blog.

Un beso y un abrazo muy fuerte para los dos.

Ana

Núria Soler dijo...

Realmente os tenias muy muy merecido un día así, de disfrute, con todo el trabajo que estais haaciendo allí.

Estoy de acuerdo con Ana en que se os ve felices i muy guapos en las fotos, y me alegro muchisimo de ello.

Nosotros estamos acabando de organizar el piso, ayer dormimos allí por primera vez! jejeje

Muchos besitos, cuidaros!! Tenemos muchas ganas de veros!!

Y por cierto, Visca el Barça jajaja vuestro mensaje nos hizo mucha mucha ilusion!!

Anónimo dijo...

Queridos blogistas:
Cómo queda un poco más de un mes para que vuelvan, si Dios quiere, estos aventureros que nos han tenido “alertas” y pendientes en todo momento, más que un comentario, quería que éste post me sirva para agradeceros a todas aquellas personas que habéis estado pendientes de Mariu y Manu con todo vuestro apoyo y cariño, tanto a los que escribíais esos comentarios tan interesantes cómo a los que no lo hacían pero que sé que
entraban en el blog para estar pendientes de sus crónicas. A todos vosotros GRACIAS.
Con vuestro apoyo habéis hecho que el tiempo corriera más deprisa y la familia nos sintiéramos arropados y queridos.
Me he sentido muy feliz al ver como os preocupabais y con vuestros cuidados me he encontrado más cerca de mi hija.
No puedo nombraros a todos porque no me gustaría dejarme a nadie, sólo deciros a cada uno de vosotros que una vez más mi agradecimiento y mi ayuda si alguna vez me necesitáis, siempre estaré dispuesta.
Os mando todo mi cariño, MªJesús Juzgado (Chus Mamá).

Anónimo dijo...

Vuestra última crónica me ha llenado de alegría.Primero, por ese fin de semana tan requetebueno..(lástima del pinchazo)y después porque se os ve a los dos guapos y contentos en esa fotografía tan bien tomada de la piscina.Debo deciros, que nuestra última conversación me emocionó hasta las lágrimas...Los tres sabemos porqué..
Como dice tu madre,MANU, habeis entrado ya en la recta final. Con la satisfacción del deber cumplido y con unas experiencias que marcarán para siempre vuestras vidas, aquí os esperamos para daros ese abrazo largo,largo..que solo es una pequeña parte de lo que quieren expresar mis sentimientos.Todo, en esta vida,hasta la propia vida,tiene su principio y tiene su fin.Va para 5 meses que iniciasteis una maravillosa andadura y , no falta mucho, para que ésta llegue a su fin.Casi os habeis pateado EL CHAD y no está nada mal que el fin de semana en Moundou , os deje ese sabor del baño y de la carne asada.
Os quiere siempre,
Guillermo(el abuelo)

Francesc dijo...

Buenas,

Bien, bien.. eso está bien.

Conviene, de vez en cuando, desconectar y regalarse un descanso gastronómico y de todo tipo.

Como conocemos, aunque solo sea un poquito, los dos lados sabemos lo duro que resulta vivir donde estáis vosotros y, general, en el África subsahariana. Sabemos, y estáis en lo cierto, que a pesar de todo os sentís privilegiados ya que tenéis mucho más que la gente que os rodea.
Además, en vuestras crónicas lo explicáis todo tan fácil que parece que realmente el tema no es tan complicado como aparenta.
Pero lo es. Y mucho.

Vivir y trabajar en Chad es duro y a menudo se hace difícil. Es por ello que darse una alegría de vez en cuando no solo es bueno, es del todo recomendable.
Lo que estáis haciendo tiene mucho mérito y, además, lo estáis haciendo muy bien. Os merecéis esas alegrías y muchas más.

Abrazos y besos a repartir

Mireia i Francesc

Ana Santos dijo...

Como estoy segura de que ya echabaís de menos mi comentario pues aqui está. Me alegra infinito veros en las fotos felices y guapos y os imagino disfrutando de ese tan merecido fin de semana. Pienso que eso es lo que facilmente tenemos aqui todos nosotros y la poca importancia que le damos!!! Seguro que esta experiencia supone un cambio radical en vuestra percepción vital y de eso tenemos que aprender también los que vivimos en este nuestro primer mundo...
Estamos ya contando los días para la vuelta y tan felices de pensar que os vamos a volver a ver!!!
Cuidaros mucho mucho por favor y no olvidéis todo lo que os queremos

Anónimo dijo...

Ánimo chicos que ya queda poco!!!!!!
Aunque por lo que tan bien contáis debe haber momentos que os entrará el gusanillo de quedaros un poco más. No sé no sé, se os ve tan felices.....
Un besazo de los Cotis.
Pd. bañarse en una piscina en África debe ser tooooda un experiencia.

Unknown dijo...

Bueno bueno...eso está muy bien. Relaja veros relajados (ya me entendéis), aunque sea sólo por un día. Estoy deseando verte sister. Cuidadín cuidadín que queremos que regreséis íntegros...besitos a los dos.

Anónimo dijo...

Hola primita, soy tu prima Marta, ciertamente soy un desastre hace mucho que no os escribía, y alguna excusa tengo estos meses han sido de mucho trabajo y el final de mi master ha sido muy duro, no he tenido prácticamente tiempo para nada cada ratito libre que tenía me ponía con el maldito proyecto, pero se terminó, POR FIN!!!!

De toda maneras he leído vuestras crónicas y mi madre me cuenta siempre que Tan estas, sigues siendo nuestro tema favorito en las cenas familiares.

Tengo muchísimas ganas de verte y darte un beso y un abrazo. Siempre pensé que tenías algo especial, ahora no me tengo dudas al respecto.

Muchos besos cuidaros mucho que aquí estamos deseando veros!!!!